martes, 16 de diciembre de 2008

EN DEFENSA DE LA CONSTITUCION NACIONAL

Una constitución es, para casi todos los países del mundo, una ley fundamental de la Nación o, como dijo con acierto Juan María Gutiérrez, la Nación hecha ley.

Por ello, si esa norma fundamental, que nos da identidad como nación, no es fielmente acatada en todos sus dictados y se ve sometida permanentemente a los caprichos de gobernantes de turno o a intereses económicos sectoriales, pierde su condición de tal y convierte a los habitantes de nuestra nación en un pueblo sin patria, privándonos como individuos o como colectividad organizada, de concretar la misión, el destino y la empresa colectiva que se propusieron nuestros constituyentes al dar forma a nuestra ley fundamental.

En la actualidad, los argentinos somos un conglomerado de ciudadanos desorientados, que buscamos a diario una señal que nos ilumine el futuro y nos permita alentar la esperanza de recuperar la patria que nos legaron nuestros próceres. Queremos plasmar el anhelo de vivir en un Estado de Derecho que nos posibilite expresar, con orgullo, que nuestra patria es una nación libre y soberana, que nos brinda un porvenir para nuestros hijos y nos da la posibilidad de conseguir la felicidad buscada.

¿Como hacer para recuperar lo perdido? ¿Cuando comenzar a cambiar las cosas? ¿Como hacer realidad ese anhelo? De una manera efectiva y simple. Cada uno de nosotros debe constituirse en el más celoso cancerbero de nuestra Constitución Nacional. No debemos permitir que se violen sus disposiciones, cualquiera sea la razón invocada.

Quizás no podamos modificar las cosas de un día para el otro. Tampoco es posible cambiar mágicamente la provincia en que geográficamente habitamos o mejorar la ciudad en que vivimos. Pero si debemos comenzar a modificar las cosas, allí donde podemos: en el seno de nuestras familias, en nuestras casas, en nuestros trabajos, en nuestros quehaceres cotidianos y en todo aquello que esté a nuestro alcance, cumpliendo nuestras obligaciones y defendiendo nuestros derechos, expresando con pasión y en todo momento, que solo cumpliendo la ley seremos realmente libres. Y la primera ley que debemos cumplir es la Constitución Nacional.

Hagamos sentir nuestro poder como pueblo. Defendamos nuestra Constitución Nacional como el primero y fundamental paso para comenzar a transitar el camino del cambio.

Que, como dijo Guillermo Furlong. S.J. , cada argentino, sumergido en la tradición y en la unidad, se sienta como una gota en la onda del río de la historia, porque como individuos debemos conocer y realizar nuestra misión y destino individual pero como ciudadanos hemos de colaborar generosamente en la misión y el destino de la Patria, coadyuvando por todos los medios en la empresa común que, en los anales de la humanidad, está signada a la República Argentina.

Nuestro blog, quiere transitar ese camino, hacer su pequeño aporte para comenzar la marcha hacia un nuevo rumbo, brindando un espacio de expresión a todos aquellos que sueñan que en nuestro querido suelo impere el Estado de Derecho. En definitiva, vivir en una Argentina en el que la Constitución sea respetada.

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